El Gobierno de Italia anunció que desde el 28 de junio se elimina la obligatoriedad de usar barbijos, tapabocas y máscaras faciales en los espacios al aire libre. No más barbijos para turistas y residentes en Italia.
Es una excelente noticia para quienes visitan sus famosas ciudades y memorables rincones, ya que ahora pueden hacerlo con mayor libertad. ¿Necesitas más detalles? Aquí los encuentras.
Al aire libre
Gracias a su plan de vacunación, Italia puede ahora permitir que quienes que se encuentren al aire libre ya no tengan que usar elementos de protección personal, como barbijos, por ejemplo.
Esto incluye a los ciudadanos, los residentes extranjeros y los turistas. La única excepción es –de momento– el Valle de Aosta, en el norte del país, donde la epidemia aún no ha reducido sus efectos.
En el resto de cada una de las regiones llamadas “zona blanca”, con baja circulación del virus, la nueva norma de no uso del barbijo rige plenamente.
Más allá de esto, las autoridades de la salud recomiendan a las personas de alto riesgo que continúen empleando barbijos ya que tienen una efectividad probada.
Además, la utilización de ese elemento sigue siendo obligatoria en lugares al aire libre donde se produzca una alta concentración de público, como sucede con los mercados a cielo abierto.
Cabe destacar que la no obligatoriedad del barbijo también va a ser adoptada por España.
El seguro de viaje, imprescindible para ingresar
Finalmente, para los turistas y otras personas que deseen ingresar al territorio italiano, rige la exigencia del seguro de viaje. Solo quien lo exhibe puede traspasar las fronteras.
El seguro de viaje no solo les permite a los gobiernos una mejor administración de los recursos sanitarios. Al mismo tiempo, para quien viaja constituye una tranquilidad ya que no queda expuesto a los altos costos de, por ejemplo, una consulta o una práctica médica.
El seguro de viaje, por un valor realmente accesible, le brinda al turista mayores recursos para actuar ante una eventualidad.
También, le da la certeza de que no pondrá en riesgo su situación financiera. ¿El motivo? Se puede explicar con un ejemplo: si una persona necesita internarse deberá abonar ese gasto, y las opciones son pocas y poco viables.
Quizás lo pueda pagar con su tarjeta de crédito o quizás no porque excede el límite. También podría ocurrir que al consumir ese límite, ya no le reste crédito para usar en el resto del trayecto.
Otra opción sería llevar dinero en efectivo –muy riesgosa, por cierto– o pedirle a un familiar que haga una transferencia internacional. En todos los casos, la deuda que se contrae al volver a su país de origen será difícil de sostener. Es por ese mismo motivo que el seguro de viaje aparece como una solución sanitaria y también financiera.