La lechuza de los campanarios, en Uruguay

Una de las aves que más proliferan en Uruguay, es la lechuza de los campanarios, también llamada lechuza blanca o lechuza común –aunque su imagen es realmente

extraordinaria–.

Es una especie muy apreciada por los aficionados a la fotografía y al avistaje de aves, y, en particular, por los agricultores. Aquí encontrarás por qué.

Construcciones abandonadas

La lechuza de los campanarios debe su nombre a su predilección por habitar en iglesias y otras construcciones humanas abandonadas: edificios, casas, graneros, depósitos, torres.

Rara vez anida en los árboles.

Es un animal que se destaca por su disco facial en forma de corazón.

El animal adulto tiene una altura de unos 35 centímetros y las alas desplegadas alcanzan los 90 centímetros.

Su peso ronda los 350 gramos.

Las plumas que cubren el cuerpo hacen que al verla volar pareciera que flotara: su aleteo es suave y silencioso, lo que constituye una ventaja a la hora de capturar sus presas.

Si bien abunda en Uruguay, donde existen 458 tipos de aves registradas, también se la halla en otros países y continentes con excepción de las zonas desérticas y polares.

Su enigmática belleza ha hecho que se la tomara en cuanta al crear diversos personajes de películas y libros.

Dos sonidos son típicos en ella: el siseo y su chillido, estridente y lastimero.

La lechuza de los campanarios es de hábitos sedentarios.

Tiene crías a lo largo de todo el año. La hembra pone de cuatro a siete huevos, que incuba durante unos 30 días.

A los 50 días de nacidos, los pichones ya están en condiciones de volar.

La lechuza de los campanarios, en Uruguay

La preferida

La alimentación de esta lechuza se basa en ratones, musarañas y otros roedores que caza con particular habilidad, en especial de noche gracias a su poderosa visión nocturna, su fino oído y sus largas –y fuertes– garras.

También atrapa pequeñas aves, insectos, reptiles, anfibios.

Por ese motivo, la gente que vive y trabaja en el campo la trata con particular cuidado: gracias a ella puede controlar la presencia de roedores.

La lechuza de los campanarios, en Uruguay