Aunque nunca ha sido sencillo observarlo, el turdoide nepalés es un ave de gran belleza que vive en esa zona del sur de Asia.
Aquí te contamos algunas particularidades sobre su aspecto y sus hábitos.
Difícil de observar
Durante años, el turdoide nepalés fue un objetivo deseado y difícil para los ornitólogos.
Lo describió por primera vez el especialista Brian Houghton Hodgson, a mediados del siglo XIX.
Luego, por muchas décadas no se supo de él, hasta que Sidney Dillon Ripley lo volvió a observar en 1940.
Por otro lado, hoy se encuentra en peligro de extinción debido, sobre todo, a la deforestación impulsada para sembrar en los terrenos que quedan libres luego de talar los árboles.
También constituye un peligro para este animal el avance de las zonas urbanas.
Celeste o miel
El turdoide nepalés es de tamaño medio y su plumaje, marrón grisáceo. Posee ojos celestes o miel.
Su hábitat son las elevaciones de entre 500 y 2100 metros sobre el nivel del mar como las que se encuentran, por ejemplo, en el valle de Katmandú.
El turdoide prefiere los matorrales densos y húmedos.
Al inicio de la época de reproducción, en verano, el macho canta en las ramas de arbustos y árboles pequeños, y es en ese momento cuando es posible descubrirlo.
Al cantar, apunta el pico hacia arriba y la cola hacia abajo.
Su alimentación se basa en pequeños insectos que encuentra en el suelo de los matorrales donde vive.
Localmente se lo conoce como Kande Bhyakur, que podría traducirse como “pájaro espinoso”.
Un dato adicional: de los 800 tipos de aves que se hallan en Nepal, solo el turdoide es endémico o propio de allí.