Lugares memorables de Kioto

Japón es un país insular formado de 6852 islas que suma alrededor de 370.000 kilómetros cuadrados. Es parte del Asia Oriental y está ubicado en el noreste del océano Pacífico.

Su territorio fue poblado hace aproximadamente 30.000 años. Su cultura es tan milenaria como su historia.

Las cinco islas japonesas principales son Hakkaido, Honshü, Shikoku, Kyüshü y Okinawa.

Tokio es la ciudad capital y se encuentra ubicada en la isla de Honshü. Otras grandes urbes son Yokohama, Osaka, Nagoya, Sapporo, Fukuoka, Kobe y Kioto. Y sobre ésta en particular aquí vas a conocer algunos pormenores.

La ciudad

Kioto es un destacado conglomerado urbano de Japón, localizado en la parte central de la isla Honshu, en la región de Kansai.

La ciudad cuenta con una población de aproximadamente 1.400.000 personas, situándose entre las urbes japonesas de mayor población. Su superficie total es de 827 kilómetros cuadrados.

El apogeo cultural en Kioto se da en el lapso que va entre el año 794 y el año 1868, en el que los distintos emperadores decidieron construir y mantener a la ciudad como la capital de Japón. Esta calidad de capital le ofreció a la región un ingente movimiento de habitantes, una alta relevancia en el mapa y numerosas posibilidades de desarrollo. Ser la capital significaba ser la sede de la Corte Imperial y de otras instituciones de relevancia. A partir de 1868, la Corte se mudó a Tokio.

Hoy, Kioto es un lugar que recibe a miles de visitantes. Esto se debe a que se encuentran allí algunos de los monumentos de su época de esplendor, como el castillo Nijo y el templo Kiyomizu-dera, entre muchos otros. Algunas de esas edificaciones fueron consideradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994.

El templo Kiyomizu-dera

Este templo es uno de los más antiguos y renombrados de la región. Fue creado en el año 778, aunque las edificaciones que hoy se pueden ver son del siglo XIX.

Una historia curiosa rodea al edificio principal del templo. El dicho popular japonés “Saltar de la plataforma de Kiyomizu” se refiere a su arquitectura, que presenta miles de pilares sosteniendo la edificación principal en una colina. Se creía que, al que saltaba y sobrevivía, se le concedía un deseo.

Si bien hoy en día es una práctica prohibida —lógicamente—, en el pasado se han registrado casi 240 saltos desde el templo al abismo de 13 metros, con una supervivencia superior al 80%.

El templo está compuesto por distintas unidades, y algunas cuentan con recintos sagrados. Un ejemplo de estos es el santuario Jishu —dedicado al dios del amor—: posee dos piedras separadas por 18 pasos de distancia. Los visitantes solteros caminan ese pequeño trayecto de 6 metros con los ojos cerrados y, dice la tradición, al cabo de esos pasos, si se ha alcanzado la segunda piedra, significa que sin dudas se hallará el amor en el futuro.

El templo Kiyomizu-dera

Castillo de Nijo

En 1601, Japón era una comunidad muy distinta a la actual. La organización política se basaba en un esquema feudal que se imponía a la sociedad, respondiendo a un shogun o emperador.

En ese año, el shogun Tokugawa ordenó a los señores feudales del área que contribuyeran para erigir este castillo. Finalmente, la edificación se completó en 1626, transformándose en el castillo del emperador y su corte.

Si bien hubo varios cambios desde entonces, más que nada por el paso del tiempo y algunos accidentes —como la destrucción de uno de los espacios por un rayo—, hoy el castillo cubre  un área total de 270.000 metros cuadrados, y 8000 de ellos corresponden a edificaciones.

No solamente es imperdible conocer el casitllo, sino también los jardines. Algunos de ellos son el Jardín Ninomaru y el Jardín Seiryū-en, por citar solo dos casos.

En ellos prima la presencia del árbol del cerezo y el árboles ume, tradicionales del país.

El árbol ume, llamado también albaricoque japonés, tiene la particularidad de que sus llamativas flores blancas aparecen antes que las hojas -que surgen al final del invierno-. Esas flores han sido utilizadas infinitamente en el arte de Japón, desde la pintura hasta en las telas para la ropa usada en la ceremonia del té.

Castillo de Nijo

1 reply
  1. Natalia
    Natalia says:

    Hermoso lugar!!
    Me encantaría conocerlo alguna vez
    Anotado en lanlista

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